Soba celebra su Feria Ganadera de San Isidro

Soba celebra su Feria Ganadera de San Isidro

mayo 19, 2024

El evento ha contado con un gran mercado de productos del Valle de Soba y una muestra de ganado proveniente de las cabañas de la comarca.

Foto: Oficina de Comunicación

Ayer tuvo lugar en soba uno de los encuentros más esperados tanto por vecinos como por ganaderos, las fiestas de San Isidro, celebradas en Monte San Pedro, en la localidad de La Gándara.

El evento contó con la asistencia de cientos de personas entre visitantes y vecinos de la zona, y, como no podía ser de otra forma, un gran número de ejemplares de ganado proveniente de las diferentes cabañas ganaderas, entre las que destacó la presencia de vacas de blonda y limusín, así como de ganadería caballar.

La programación festiva dio comienzo de buena mañana con la tradicional feria ganadera y el mercado agroalimentario de productos de Soba y la comarca. Las charangas recorrieron las calles amenizando la jornada mientras los más pequeños disfrutaban del parque infantil instalado por el ayuntamiento.

Ya al mediodía, y tras la entrega de premios a los ganaderos, los asistentes pudieron disfrutar de una comida popular para reponer fuerzas hasta el Grand Prix, que se celebró ya por la tarde y al que siguió la música de la orquesta Malassia y Solo Saxo hasta altas horas de la madrugada.

A esta Feria de San Isidro asistió también el consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación, Pablo Palencia, acompañado por el alcalde de Soba, Julián Fuentecilla, quien calificó el evento de «emblemático», por celebrarse en una de las zonas ganaderas «por excelencia» de la Comunidad como es el Valle de Soba.

El titular de ganadería ha aprovechado la asistencia a esta cita para debatir con los profesionales del sector sus preocupaciones. En este sentido, ganaderos de la zona, tanto de producción de leche como de carne, han trasladado a Palencia su preocupación por los ataques del lobo en la zona.

Por otro lado, también han hablado sobre los fondos de la PAC, cuyos pagos «ya están recibiendo poco a poco», dándose así cumplimiento a los pactos que la presidenta de Cantabria selló recientemente con el sector.

Un encuentro en el que han tratado también otros aspectos ligados a la producción y comercialización, el calendario de ayudas de la PAC y las medidas para dar valor añadido al mundo de la carne.

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Más de un centenar de efectivos de emergencias participan en un simulacro de rescate en dos cuevas de Soba

Más de un centenar de efectivos de emergencias participan en un simulacro de rescate en dos cuevas de Soba

mayo 13, 2024

El simulacro ha contado con especialistas provenientes de siete autonomías y se ha realizado en dos cuevas del sistema del Gándara.

Foto: Gobierno de Cantabria

Más de un centenar de efectivos de emergencias de siete comunidades autónomas, entre ellas Cantabria, han participado ayer en un ejercicio de rescate, coordinado desde el Gobierno autonómico, localizado en dos cuevas del sistema del Gándara, en Soba. En este lugar probarán y entrenarán la coordinación y capacidad de respuesta ante un accidente en este tipo de entornos tan complejos.

La consejera de Presidencia, Justicia, Seguridad y Simplificación Administrativa, Isabel Urrutia, se ha desplazado hasta el municipio para hacer un seguimiento de este ejercicio práctico. Allí ha resaltado la importancia de estos entrenamientos, que son «continuos», para, por un lado, asegurar una respuesta «preparada y rápida» y «hacer una autoevaluación», que detecte posibles errores y mejore el operativo en situaciones reales.

«Es prioritario para el Gobierno cántabro ofrecer un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía, que sepa que cuenta con medios de rescate adecuados para responder a las emergencias, y, al mismo tiempo, practicar los protocolos de coordinación necesarios para asegurar la efectividad de la intervención y priorizar la seguridad de los efectivos desplazados», ha señalado.

En concreto, el simulacro ha incluido los intervinientes que pueden participar en una emergencia de espeleosocorro en Cantabria, como son efectivos de la Dirección General de Seguridad del Gobierno de Cantabria, el Centro de Atención de Emergencias 112, bomberos del Ejecutivo regional, Guardia Civil, Cruz Roja, Unidad Militar de Emergencias (UME), el GREIM de la Guardia Civil, agrupaciones de voluntarios protección civil y bomberos voluntarios de Santander.

Igualmente, participan especialistas procedentes de otras seis comunidades autónomas, como son efectivos de la Ertzaintza, junto a bomberos de Asturias, Cataluña, Valencia, Alicante, Murcia y Madrid.

Aunque se trata de un ejercicio de emergencia ordinaria, Cantabria muestra, así, la capacidad de respuesta de su Sistema autonómico de Protección Civil de movilizar medios de otras autonomías, que, en el caso de una emergencia extraordinaria pudiera darse el caso y ser necesarios, lo que implica una mayor seguridad en la respuesta ante cualquier emergencia.

El ejercicio consiste en el rescate de espeleólogos en dos cuevas de la zona del sistema del Gándara (Soba). El primero de ellos es un accidente de un espeleólogo, que realiza una travesía con múltiples fracturas y es necesario asistencia médica y su traslado en camilla hasta el exterior. El otro caso es de unos excursionistas accidentados con necesidad de evacuación y el rescate de un accidentado herido grave.

Así, en estos casos se probarán técnicas de descenso y progresión en cuevas, funcionamiento de las comunicaciones, montaje de instalaciones y traslado de víctimas.

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Éxito en Colindres del III Gran Premio Unidos por un Reto: Memorial Ángel Negrete

Éxito en Colindres del III Gran Premio Unidos por un Reto: Memorial Ángel Negrete

abril 6, 2024

La carrera, con salida y meta en Colindres, ha transcurrido por Limpias, Carasa, Treto, Rada, Bueras y Padiérniga, logrando un gran éxito de participación.

Fotos: Vivir en Cantabria Oriental

Colindres ha acogido hoy la tercera edición de la carrera ciclista solidaria Memorial Ángel Negrete, que ha transcurrido por Limpias, Carasa, Treto, Rada, Bueras y Padiérniga contando con una enorme participación.

Esta carrera forma parte de la iniciativa solidaria “Unidos por un Reto: III Memorial Ángel Negrete”, surgida en 2014 y siendo entonces un proyecto cuya finalidad era recaudar fondos destinados a la investigación de las causas y factores que provocan la enfermedad de Alzheimer, enfermedad que ya sufría, en estado muy avanzado, el padre del ciclista colindrés Oscar Negrete.

La carrera ha constado de un recorrido total de 88 Km, que ha transcurrido por las localidades de Limpias, Carasa, Treto, Rada, Bueras, Padiérniga y Colindres, donde ha tenido lugar la salida y meta. Se han dado un total de 5 vueltas, con la peculiaridad de que, en la última, se ha subido el alto de Bueras, bajando por Padiérniga hasta Carasa y continuando por Treto para llegar a la meta en la Plaza de los Pescadores en Colindres.

La carrera se ha disputado originalmente en las categorías open/élite,Sub23, Féminas, Master 30, 40, 50 y 60. Además, como novedad, este año el encuentro ha sido la sede del campeonato de Cantabria, con lo cual, los ciclistas cántabros mejor posicionados de cada categoría se han llevado el maillot rojo y blanco que les identificará como los mejores ciclistas de Cantabria para esta temporada 2024.

El evento dio comienzo pasadas las 15:00 h, siendo los encargados de cortar la cinta inaugural el alcalde de Colindres, Javier Incera, el propio Óscar Negrete y su madre y viuda de Ángel, Mari Incera.

Tras una dura competición, marcada por una jornada de temperaturas algo elevadas y alguna que otra caída, sobre las 17:20 h cruzó triunfante la meta Iakes Girasola, del Einnek Ona Cycling Team; seguido por Iván Treceño, del Casa Suncia; y, completando el podio, Fernando Benito, del AC Hotel by Marriot Cycling T. Los tres completaron la carrera en un tiempo de 1 hora y 59 minutos, siendo separados, tan solo, por prácticamente menos de un segundo.

En cuento a la clasificación por categorías de este III Gran Premio Unidos por un Reto, en Master 60 el podio fue para, en este orden: José Francisco Fernández, del equipo Unidos por un Reto-Mola; José Miguel Vázquez, de Guia Color; y Luis Jesús Trejo, también de Unidos por un Reto.

 

En Master 50 el primer lugar fue para Óscar Negrete, quien compitió en la famosa bicicleta de su padre, Ángel. Le siguieron Pablo Uriarte, del Urdulizko Tropel T.K.E y José Manuel Gancedo, del Guía Color. 

El primer puesto de Master 40 fue para Iakes Girasola, seguido de Iván Treceño y Luis Alberto Leonardo, del Costa Esmeralda C.C. 

El Master 30 recayó en Fernando Benito, a quien siguieron Jon Talegon, del Einnek Ona Cycling Team, seguido de Pablo García, del Astorga C.D.C.

En cuanto a la clasificación Open Élite/Sub 23, el primer puesto recayó en Conor Schunk, del Grupo Intxausti; con Edorta Gorostiza, del Goros Bike-Salcedo, en segunda posición; y Maxino Daniel Gómez, también del Intxausti, completando el podio.

Por último, en la clasificación de montaña, el podio fue para a Conor Schunk, Iakes Girasola e Iván Treceño, tanto en el general como en el tramo de Bueras.

 

Campeonato de Cantabria

En cuanto al Campeonato de Cantabria, en categoría Master 60, José Francisco Fernández se alzó campeón, seguido de Luis Jesús Trejo.

 

En 50, el triunvirato recayó en Óscar Negrete, seguido de David Madrazo, del Goros Bike y David Saénz, del Lasal Cocinas/Craega. 

En Master 40, el primer puesto fue para Luis Alberto Leonardo, a quien siguió Sergio Aspirez, del Lastra Team Bike y Julián Macho, del Goros Bike.

Para finalizar, en Master 30, el triunfo fue para Rubén García, del Goros Bike, seguido de su compañero de equipo, Adrián Cano, y, completando el podio, David Gutiérrez, del Lastra Team Bike.

 

Durante su intervención, Óscar Negrete quiso poner en valor el carácter solidario de esta carrera y su búsqueda de fondos para el IDIVAL en su investigación del Alzheimer. Negrete también quiso agradecer el gran apoyo recibido y la gran labor de su equipo, los participantes, el Ayuntamiento de Colindres, APYMECO, patrocinadores, Protección Civil y Policía. “Era un proyecto muy pequeño que, gracias a este evento, ha cogido renombre y ha dado visibilidad a esta enfermedad”.

Por su parte, el alcalde de Colindres, Javier Incera, quiso agradecer la gran labor llevada a cabo por Unidos por un Reto y todos los que han hecho posible esta prueba, tanto por su carácter solidario, como por convertir nuevamente a Colindres en un referente del deporte en Cantabria.

Incera también quiso poner en valor a los clubs deportivos y escuelas municipales colindresas, que han obtenido grandes logros en estos últimos años, poniendo a Colindres en el mapa deportivo a todos los niveles. “Ya no son espacios experimentales, son espacios que cuentan con equipos de gente que sabe lo que hace, tanto a nivel deportivo como educacional, por el futuro de nuestros niños y niñas y, cuando trabajas de manera constante y con seriedad, al final, eso se traduce en buenos resultados”.

Durante el acto de entrega de premios estuvieron presentes el alcalde del municipio, Javier Incera; los concejales Javier Martín, Marcos Agudo, Celia Bustamante y César Peral; Carlos Neves, gerente de Racer Motor y colaborador del evento desde su primera edición; José Moll, en representación de APYMECO; y Sergio Valle, en representación de la Cofradía del Bonito de Colindres.

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A cantar las marzas vienen los marceros, como las cantaban sus padres y abuelos

A cantar las marzas vienen los marceros, como las cantaban sus padres y abuelos

marzo 3, 2024
Con el final del invierno, los jóvenes cántabros recorrían las calles de los pueblos en cuadrillas cantando las marzas, una tradición casi perdida que hoy se está logrando recuperar y que aquí podremos conocer más a fondo.

Foto: Ayuntamiento de Soba

Con la llegada del mes de marzo y el advenimiento de la primavera, en Cantabria era tradición que las cuadrillas de mozos salieses a las calles de los pueblos a entonar canciones a una sola voz para celebrar el cambio de estación. Una tradición que, como muchas otras, durante algún tiempo parecía abocada a caer en desuso, pero que, en los últimos años, se ha visto nuevamente impulsada y parece resurgir, especialmente en el entorno rural, donde tiene su origen.

 

Origen

El origen de la tradición de cantar las marzas sigue siendo bastante incierto a día de hoy. Sabemos que la mayoría de los pueblos de la Península Ibérica de la antigüedad se regían por el calendario lunar, en el que el inicio del año daba comienzo en el primer plenilunio de marzo, día en el que se realizaba un ritual para celebrar el nacimiento de la vida, el inicio del año y la finalización del invierno, conocido como Noche de Marzas.

Tras la invasión romana, los antiguos cántabros permanecieron reacios a adoptar las costumbres de los conquistadores, entre ellas, el calendario juliano, establecido años atrás por Julio Cesar y que iniciaba el año el 1 de enero, conservando así su calendario lunar y sus ritos. Posteriormente, con la cristianización de los pueblos cántabros, las autoridades eclesiásticas trataron de asimilar el antiguo rito pagano, trasladándolo al día de Reyes. Es por ello que, a día de hoy, en algunos pueblos de Cantabria sigan conservando la tradición de las llamadas Marzas de Reyes.

Este origen de las marzas es en realidad bastante incierto, ya que se trata de una especulación basada en lo que conocemos de las antiguas costumbres de los pueblos prerromanos del norte de la península. No sería hasta 1847 cuando encontramos la primera referencia escrita de la palabra, la cual fue recogida por Pascual Madoz en su Diccionario geográfico estadístico histórico de España. En 1864 volvería a hacerse referencia a esta celebración, esta vez por José María Pereda en su obra Escenas Montañesas.

Las Panchoneras de Laredo cantando las marzas en 2013.

La tradición de las marzas

El canto de las marzas, tal y como hoy la conocemos, era una escena habitual en los pueblos cántabros cuando llegaba el mes de marzo.

Los encargados de cantarlas eran los grupos marceros (o marzantes), cuadrillas formadas por los jóvenes solteros del pueblo. Según la tradición, el derecho a salir a cantar las marzas era exclusivo de los mozos solteros, salvo que por alguna razón no pudiesen salir ese año, en cuyo caso, podían ser sustituidos por una cuadrilla de casados. Aquí cabe explicar que eran habituales las pugnas entre solteros y casados por el derecho a salir a las marzas y rondas, siendo los primeros los que tenían la preferencia, ya que estas celebraciones eran idóneas para “ligar”. Esto lo podemos apreciar en frases de algunas cantares de ronda tradicionales como “los que rondan son los mozos, los casados a la cama”.

Las cuadrillas de marceros estaban organizadas y jerarquizadas, siendo presididas por el soltero de más edad, conocido como mozo viejo, caporal o amo. Solía haber también un tesorero, encargado de guardar y repartir el dinero que se entregaba al grupo. El grueso de la cuadrilla lo componían los quintos del año, jóvenes de edades similares y los nuevos integrantes, que ese año marceaban por primera vez una vez cumplidos los quince años, momento en el cual pasaban a considerarse mozos. Estos nuevos mozos debían pagar su ingreso en el grupo, lo cual podía hacerse tanto en metálico como en jarras de vino.

Puede que desde nuestra perspectiva moderna nos cueste apreciar la importancia que esto suponía, pero, en las sociedades rurales de la época, esto era un acontecimiento de gran importancia para los jóvenes de los pueblos, pues era el momento en el que ya podían comenzar a buscar pareja y tanto las marzas como las rondas se usaban para el cortejo.

Una vez llegada la fecha, las cuadrillas recorrían todo el pueblo de casa en casa para entonar sus cánticos. Al llegar a una vivienda, habitualmente se comenzaba con un saludo a los vecinos en el que se decía “¿cantamos, rezamos o nos marchamos?”. Lo habitual era escoger el canto, en cuyo caso se procedía a entonar tres marzas, mientras que si escogía rezo (esto solía suceder cuando algún familiar estaba enfermo o la familia estaba guardando un luto), se llevaba a cabo una plegaria por los difuntos de dicho hogar.

Aunque los principales elementos y letras son bastaste uniformes, las marzas variaban dependiendo del pueblo, existiendo, además, varias canciones. Un elemento común en la letra de la mayoría de marzas estaba en su introducción, donde se pedía permiso a los vecinos para canta, usando siempre una fórmula similar: “de casa salimos, con mucha prudencia, a cantar las marzas si nos dan licencia”.

La principal y más conocida era “Marzo Florido”, la cual era una oda a la llegada de la primavera, pero había otras más satíricas y de crítica, las cuales solían cantarse a aquellos vecinos que, por fama de tacaños, los mozos consideraban que no les iban a dar una limosna apropiada.

Y es que, tras el canto de las marzas, los vecinos debían dar una limosna, también llamada dao o dádiva, a la cuadrilla, la cual podía ser en metálico o en alimentos. Los alimentos que solían entregarse podemos verlos recogidos en las letras de algunas marzas: “venimos donde ustedes, que nos saquen de este anhelo, que nos den unos chorizos y una docena de huevos, unas mantequillas frescas, también las recibiremos, un celemín de castañas, para irnos entreteniendo y si nos van a dar algo, dénnoslo cuanto primero, que tenemos mucha prisa, para recorrer el pueblo”.

Una vez finalizadas las marzas, los mozos se reunían en alguna casa o taberna y se rendían cuentas en público del dinero y alimentos recaudados, los cuales se usarían el siguiente domingo para celebrar una gran comida o cena, a la cual se invitaban a los niños del pueblo y a las mozas en cuyas casas se hubiese dado la dádiva a los marzantes. En algunos pueblos también acudían como invitados de honor el alcalde, el maestro, el cura y los mozos casado desde las últimas marzas.

 

En la actualidad

El s.XX trajo grandes cambios, especialmente desde su segunda mitad, haciendo que la sociedad rural y sus tradiciones fuesen quedándose en el olvido para dar paso a la vida moderna en un mundo más urbanita. Sin embargo, en las últimas décadas, tradiciones como las marzas han sido recuperadas en muchos municipios de Cantabria.

En el s.XXI, estas celebraciones han vuelto a recuperar su importancia en el calendario Cántabro, ahora sí, dando espacio también a la mujer, la cual tradicionalmente no formaba parte de este tipo de festejos.
Aquí han jugado un importante papel tanto las agrupaciones folklóricas como los centros educativos, llegándose a volver común que la mayoría de estos salgan en estas fechas con los más pequeños a cantar las marzas en sus respectivos municipios para inculcarles esta tradición y que no caiga en el olvido para las nuevas generaciones.
En la zona oriental, destacan agrupaciones como Las Panchoneras de Laredo o la Asociación Escuela de Liendo, quienes siguen saliendo cada año a cantar las marzas.

Marzas de la Asociación La Escuela de Liendo. 2024.

Marzas de las Panchoneras de Laredo. 2015.

Las marzas de Soba

En la zona oriental de Cantabria, las marzas más famosas son las de Soba, donde esta tradición siempre ha estado muy arraigada y ha logrado preservarse. Aquí, las marzas se entremezclan con las festividades carnavalescas, vistiendo las cuadrillas con estrafalarios atuendos, pieles de oveja y campanos atados a los cinturones, con los que avisaban a los vecinos de su inminente llegada.

En Soba los marceros son conocidos como Ramasqueros, debido al ramo adornado que lleva el Galán o Rabadán, personaje vestido de blanco encargado de realizar los bailes y que servía para colgar los alimentos recaudados. La ronda también contaba con otro personaje, el payaso, que se dedicaba a hacer gracietas y bufonadas ante las casas. Otro mozo, llamado Torreneru, era el encargado de cargar a sus espaldas con un cuevano, donde se llevaban las dádivas aportadas por los vecinos.

Marceros de Soba en Casatablas. 2024

Bien de Interés Cultural de Cantabria

Las marzas fueron declaradas Bien de Interés Cultural Etnográfico Inmaterial de Cantabria en 2015, siendo consideradas las más importantes las de los valles de Campoo, Soba y Ruesga o las celebradas ya fuera del entorno rural, como las de Reinosa y Torrelavega.

La presidenta regional, María José Sáenz de Buruaga, en la celebración de las marzas en el Parlamento de Cantabria. Foto: Miguel De la Parra

Por Adrián Rozas

Director de Vivir en Cantabria Oriental

Diseñador, fotógrafo y periodista.

Apasionado de Cantabria y su belleza.

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