El Gobierno de Cantabria emite informe desfavorable del parque eólico Corus

El rechazo del Ejecutivo regional se suma al de Ayuntamientos y vecinos de los municipios afectados, que han presentado cerca de 3000 alegaciones contra el parque eólico.

Foto: Rául Lucio

El Gobierno de Cantabria ha emitido un informe desfavorable a la solicitud de autorización administrativa previa y a la declaración de impacto ambiental del anteproyecto del parque eólico Corus, de 66MW, y su infraestructura de evacuación, que afecta a los términos municipales de Ampuero, Guriezo, Liendo, Limpias, Rasines, Voto, Ruesga y Solórzano.

 En concreto, según han dado a conocer en una rueda de prensa conjunta los consejeros de Fomento, Vivienda, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Roberto Media; y de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación, María Jesús Susinos, todos los informes remitidos sobre este proyecto por la Dirección General de Biodiversidad y Dominio Público Forestal, la Dirección General de Medio Ambiente y Cambio Climático, y la Dirección General de Urbanismo y Ordenación del Territorio han resultado negativos.

 El estudio de impacto ambiental (EsIA) presentado por el promotor, la empresa Global Vidulante S.L, cuenta con una serie de carencias «muy relevantes», ha explicado Susinos, quien ha añadido que el documento «es poco detallado, muy genérico e impreciso y su calidad está muy por debajo del mínimo requerido para un proyecto de esta envergadura».

 «En este caso, como en todos los demás proyectos, hemos actuado con absoluta responsabilidad, rigor y en base a los informes de los técnicos», ha expresado Media, quien ha asegurado que la apuesta del Gobierno de Buruaga por la energía eólica es «clara y firme» y se la dará «un impulso definitivo» en esta legislatura.

 Ambos consejeros han defendido que el desarrollo eólico de la Comunidad se hará de forma rigurosa, responsable y ordenada, y «no de cualquier manera, ni en cualquier lugar, ni a costa de hacer daño a nuestro territorio».

 Media y Susinos se han referido también a la «parálisis» que en los últimos 16 años ha vivido Cantabria en el desarrollo de la energía eólica «durante los gobiernos de socialistas y regionalistas en los que no se aprobó ni un solo parque eólico».

 Sobre el parque eólico de Corus, Media ha recordado que fue el anterior gobierno de la legislatura pasada el que anunció un mapa de exclusión eólica que permite colocar 10 aerogeneradores en la zona en la que está previsto esta instalación. Un documento que, aunque no llegó a aprobarse, tienen las empresas y «delimita claramente» las zonas en las que se pueden instalar molinos.

Por último, tanto Media como Susinos han recordado que los informes emitidos desde el Gobierno de Cantabria no son vinculantes ya que el parque de Corus es de tramitación estatal, y por lo tanto es el Gobierno de España, a través del Ministerio para la Transición Ecológica, el que debe autorizar o no el proyecto. 

 «El Gobierno de Cantabria ya ha hablado a través de sus técnicos», ha expresado Media, quien ha avanzado que el documento se ha remitido ya al Ministerio.

El futuro de las eólicas en Cantabria

 Durante su intervención, Media ha asegurado que el Gobierno de Buruaga ha llegado «para desatascar» las energías renovables en Cantabria. En este sentido, ha explicado que este año han comenzado las obras del parque eólico de El Escudo y se ha autorizado otro parque de tramitación ambiental: Bustatur. Además, hay otros cinco parques eólicos que ya tienen la declaración de impacto ambiental positiva (Somaloma-Las Quemadas, Alsa, Cuesta Mayor, Campo Alto y La Costana).

 Proyectos que supondrán una inversión, en tres años, de 300 millones de euros, y la creación de 400 puestos de trabajo durante la construcción de los parques eólicos previstos, y otros 80 cuando estén en funcionamiento, según ha explicado Susinos en base a los datos que maneja la Asociación Eólica de Cantabria.

 Ambos consejeros han defendido el trabajo «discreto y responsable» que está realizando el Ejecutivo en esta materia, escuchando a los técnicos y tomando decisiones que sean buenas para el futuro de Cantabria, «sin causar ningún perjuicio ni afección medioambiental».

Un estudio «con carencias muy relevantes»

Durante su intervención, la titular de Desarrollo Rural ha enumerado algunas de las carencias que recoge el estudio de impacto ambiental presentado por la empresa, y por el que el Ejecutivo ha emitido un informe desfavorable.

 Además de hacer referencia a su contenido «poco detallado, muy genérico e impreciso», la consejera ha añadido que el informe emitido por la Dirección General de Medio Ambiente y Cambio Climático considera la evaluación de impactos del proyecto como «incorrecta, claramente infravalorada y sesgada», especialmente en cuanto a las afecciones de los espacios naturales protegidos, avifauna, quirópteros, especies y hábitats protegidos y paisaje y patrimonio cultural.

 «Muchos de esos impactos han sido valorados por los técnicos como severos e incluso críticos, por lo que el informe es claramente desfavorable», ha apuntillado Susinos.

 Así mismo, ha explicado que la Dirección General de Urbanismo y Ordenación del Territorio ha manifestado su oposición a la autorización por la importante afección, «insuficientemente evaluada», que podría ocasionar el proyecto sobre el paisaje.

 Esto puede suponer una modificación sustancial del mismo en una zona en la que, en un radio cercano, habita una gran cantidad de población y en la que existen importantes espacios y vías de comunicación por las que se desplazan muchas personas dado el extraordinario atractivo turístico del entorno.

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Oposición de los Ayuntamientos afectados

 En el último mes, Ayuntamientos y vecinos de Guriezo, Liendo, Rasines, Ruesga, Limpias, Ampuero, Solórzano y Voto se han movilizado y han presentado alegaciones contra el proyecto del Parque Eólico Corus.

 Tal y como prometieron, los Ayuntamientos afectados por el proyecto del Parque Eólico Corus se han puesto manos a la obra y  han realizado campañas en sus respectivos municipios para recabar alegaciones con el fin de parar el proyecto.

 El proyecto, que actualmente se encuentra en fase de alegaciones, está impulsado por la empresa Global Vidulante y tendrá  10 aerogeneradores (Diámetro del rotor: 175 m, altura de torre: 112 m, y altura del aerogenerador a punta de pala: 199,5 m) y una potencia de 66 MW, contando con un presupuesto estimado de 63,2 millones de euros.

 La movilizaciones comenzaron oficialmente el pasado 28 de octubre con la reunión de alcaldes en Liendo, en la que Ángel Llano, de Guriezo; Juan Alberto Rozas, de Liendo; Sergio Castro, de Rasines; Jesús Ramón Ochoa, de Ruesga; Santiago Campos, de Solórzano; y  Francisco Javier Maza, de Voto, rubricaron un manifiesto con el que mostrar su oposición al futuro parque eólico y combatir de forma conjunta este proyecto. Por su parte, Limpias y Ampuero, pese a que no se sumaron a esta firma, han celebrado sus propias reuniones con los vecinos y presentado alegaciones de forma individual.

 Desde el pasado mes de noviembre, los diferentes Ayuntamientos han celebrado reuniones con sus respectivos vecinos para explicarles la situación con el proyecto eólico en sus municipios y asesorar a aquellos que quisiesen presentar alegaciones o sumarse a las que han presentado desde los consistorios.

 La oposición ciudadana al proyecto ha sido masiva, despertando un gran interés y preocupación de los vecinos de los municipios afectados por este tema y la problemática que puede suponer en sus localidades. Esta preocupación ha hecho que, durante todo el mes, cientos de ciudadanos hayan presentado sus alegaciones al proyecto.

 En concreto, Solórzano ha capitaneado la recogida de alegaciones vecinales, logrando reunir un total de 1285. En el municipio de Voto se han logrado 411, mientras que Liendo ha reunido cerca de 300, al igual que Ruesga, con 280 y Limpias ha obtenido más de 200.

 En las alegaciones al expediente administrativo del anteproyecto del Parque Eólico Corus, los Ayuntamientos han defendido que, pese a estar a favor de las energías sostenibles y la búsqueda de una solución a la crisis climática y energética, esta no debe pasar por los intereses de los municipios y sus vecinos.

 El principal argumento ha sido la amplia biodiversidad de la zona elegida, que podría sufrir efectos negativos tanto en su la fauna como en todo el ecosistema, ya que, aunque se trata de una energía limpia, no está exenta de un gran impacto ecológico.

 Cabe recordar que dicha zona está considerada “ de alta sensibilidad ambiental”, estando algunos de sus municipios parcialmente enmarcados en el Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, el Proyecto Geoparque del Asón o la Red Natura y albergando, además, una gran biodiversidad, entre la que destacan más de 55 especies de aves, como el alimoche o el buitre leonado, que anida en el monte Candina, en Liendo.

 La segunda gran causa del rechazo al proyecto  ha sido su impacto en el patrimonio histórico. Por ejemplo, uno de los molinos se ubicaría a pocos metros del Menhir Yelso de Hayas, el monumento megalítico más antiguo de Cantabria, con 5.500 años de antigüedad y que delimita los municipios de Limpias, Liendo y Ampuero, estando situado en una zona que incluye vestigios arqueológicos, existiendo “un riesgo severo de daños para este bien histórico”.

 Además del patrimonio histórico, también se vería afectado el paisajístico, pues los molinos, de más de 80 metros de altura, serían visibles desde un radio muy extenso, afectando negativamente al paisaje de toda la comarca, incluidas las vistas desde lugares tan importantes como el Santuario de la Bien Aparecida, en Ampuero.

 Esto podría suponer un impacto muy negativo en la economía de las zonas afectas, especialmente aquella relacionada con el turismo rural.

 Otra de las razones argumentadas en contra del proyecto han sido los diversos problemas que pueden suponer para los vecinos que viven en las inmediaciones, debido al ruido que producen, lo que, según afirman, puede tener efectos negativos para su salud, provocando estrés o ansiedad.

 Por último, también se ha señalado que  la tecnología de este tipo industrias se está quedando obsoleta, existiendo ya fuentes alternativas de menor impacto, lo que plantea el problema de que, en un futuro cercano, este parque deje de ser necesario y los molinos construidos no sean desmantelados, debido al alto coste que esto supone, convirtiendo la zona en un “cementerio eólico”.

Mapa eólico de Cantabria

 El actual mapa de incompatibilidad con el desarrollo eólico, comúnmente conocido como mapa de exclusión eólica, fue presentado en abril de 2022 por el entonces consejero de Obras Públicas, Ordenación del Territorio y Urbanismo, José Luis Gochicoa y gobernando en Cantabria la coalición PRC-PSOE.

 Este mapa dividía nuestra Comunidad Autónoma en 3 tipos de zonas, considerando el 94% del territorio como zonas vetadas para la implantación de eólicos, en otro 3% la instalación de parques está tan severamente condicionada y el 3% restante son las consideradas zonas aptas.

 Según afirmaba el aquel entonces consejero de Obras Públicas, para elaborar el mapa se tuvo en cuenta un “riguroso modelo de análisis integrado multicriterio con más de 30 criterios de exclusión, para garantizar que el desarrollo eólico no afecte a los valores ambientales y patrimoniales más significativos de la región y, para ello, se ha utilizado la mejor información disponible en las bases de datos cartográficas del Gobierno de Cantabria y la última tecnología en Sistemas de Información Geográfica (GIS)”.

 Gochicoa también afirmó entonces que quedaban excluidos los Espacios Naturales Protegidos (incluyendo las figuras de Parque Nacional; Parque Natural; Monumento Natural; Áreas Naturales de Especial Interés; Zonas Red Natura 2000, así como aquellos comprendidos en Órdenes de inicio de Planes Especiales de Ordenación de los Recursos Naturales en tramitación conocidos como PORN); los Bosques (Montes de Utilidad Pública; Montes autóctonos y Plantaciones forestales); los Ríos; las Turberas; las Zonas húmedas o pantanosas continentales y los Embalses de agua. Asimismo, se afirmaba tener en cuenta la flora y la fauna, especialmente, las aves rupícolas y las especialmente sensibles entre las que destacan el alimoche, el buitre leonado, el águila real, el búho real, el halcón peregrino, el quebrantahuesos, el milano real y milano negro, las cigüeñas y aves marinas, entre otros.

 Finalmente, también se afirmó que no se verían afectadas por los eólicos las zonas con fenómenos geológicos y geomorfológicos inventariados como cavidades, zonas de permeabilidad alta y muy alta, formaciones kársticas en superficie, las zonas con hundimientos o subsidencias, así como los ámbitos más próximos a los núcleos de población, prestando una especial atención al fenómeno de la población y, por último, el Patrimonio arqueológico y arquitectónico, entre ellos, Bienes de Interés Cultural, Bienes de Interés Local y los Bienes Inventariados.

 Aunque el mapa no tiene valor legal, ya que tenía que ser aprobado dentro del PROT que no llegó a salir adelante, sí ha tenido un gran efecto, pues las empresas han modificado sus proyectos eólicos apoyándose ahora en ese documento. De hecho, tras la publicación del mapa, Global Vidulante, la empresa detrás del parque eólico Corus, se apresuró a ubicar sus aerogeneradores en las zonas que este mapa dejaba desprotegidas.

Molinos en Cantabria, decisiones en Madrid

 Pese al gran revuelo que se está generando con este proyecto y la gran oposición social que ha surgido contra él, Cantabria no tiene más que hacer que presentar alegaciones y esperar lo que suceda en los despachos de Madrid, pues, al ser un parque superior a 50 MW (Corus será de 66 MW), se considera de grandes dimensiones, lo que implica que la tramitación ambiental depende del Ministerio para la Transición Ecológica.

 Esto hace que el Gobierno de Cantabria no pueda hacer otra cosa más que seguir el procedimiento legal y presentar los informes al Ministerio de Transición Ecológica, lo que ha suscitado más críticas entre muchos vecinos de las zonas afectadas, que no entienden como una decisión que va a afectar a sus municipios quede en manos de “personas que nunca han estado aquí y que se encuentran muy lejos de las localidades afectadas y la problemática que supone para estas”.