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octubre 25, 2024

En este mes de Halloween viajamos por varios municipios de Cantabria para descubrir algunos misteriosos y aterradores lugares de nuestra región que, si bien no están “embrujados”, podrían ser (y algunos han sido) el escenario de una película de terror.

Cementerio de Comillas

La primera parada en este viaje sería toda una delicia para autores como Edgar Allan Poe. Se trata del Cementerio de Comillas y sus ruinas góticas.

Historias de terror a parte, el lugar es una auténtica obra de arte digna de visitar, ya que sus imponentes mausoleos, lápidas ornamentadas y esculturas son dignas de un museo. Vigilando desde lo más alto de este cementerio, sobre lo que queda del transepto de la antigua iglesia del siglo XVI, se encuentra la imponente y gigantesca escultura del Ángel Exterminador, obra de Josep Llimona.

Este cementerio se ubica en los terrenos de una antigua Iglesia gótica del S. XVI, la cual fue abandonada tras un incidente durante la misa del domingo varios vecinos y el administrador del duque del Infantado, tras lo cual cayó en desuso. Con el paso del tiempo, la antigua parroquia fue reutilizada como cementerio, ampliándose posteriormente de la mano del arquitecto modernista Lluís Domènech i Montaner, en 1893.

 

Palacio de Sobrellano

Siguiendo con Comillas, la siguiente parada es el palacio de Sobrellano, también conocido como palacio del marqués de Comillas, construido por el arquitecto Joan Martorell en 1888.

Este imponente palacio es conocido por su aparición en múltiples películas de terror y misterio, como La Residencia; Vera, un cuento cruel; Sexykiller; o La Herencia Valdemar.

Como curiosidad cabe decir que fue el primer edificio de España en utilizar la luz eléctrica, ya que el primer marqués de Comillas la mandó instalar con motivo de una de las visitas del entonces rey Alfonso XII.

Museo de la Tortura

De Comillas ponemos rumbo hacia Santillana del Mar, donde encontramos uno de los museos más peculiares y terroríficos que cabe imaginar, el Museo de la Tortura y la Inquisición.

Esta peculiar galería cuenta en exposición con multitud de artilugios utilizados a lo largo de la historia para infligir dolor y tormento. Entre esta pintoresca colección podemos encontrar desde elementos conocidos como la guillotina, el potro o el garrote vil a otros más curiosos como la Doncella de Hierro, sillones de pinchos o utensilios de desollación.  Una macabra pinacoteca del dolor que no dejará indiferente a ningún visitante.

Palacio de los Hornillos

Tras salir de Santillana nos dirigimos a Las Fraguas, en el municipio de Arenas de Iguña, al que quizás sea el lugar más conocido de esta lista: el Palacio de los Hornillos.

Si aun así sigue sin sonarte, te diré que se trata de la escalofriante casa de estilo neogótico donde transcurría la película Los Otros, del director Alejandro Amenábar.

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Aunque fuera del cine no da tanto miedo, este edificio sigue siendo una autentica maravilla y una obra del estilo artístico conocido como pintoresquista inglés, el cual se basa en la arquitectura rústica medieval inglesa y que fue construido para el duque de Santo Mauro, Mariano Fernández de Henestrosa, jefe de palacio de Alfonso XIII, rey que usó el palacio como residencia veraniega hasta la construcción del Palacio de la Magdalena, el cual tiene muchas influencias de este.

Túnel de la Engaña

Nuestro siguiente destino se encuentra en los límites de Cantabria y Burgos. Se trata del Túnel de la Engaña, un largo túnel ferroviario de casi 7.000 metros de longitud que nunca llegó a ser utilizado.

Lo macabro de la historia de este túnel reside en su construcción, ya que en ella trabajaron cientos de personas durante dos décadas, muchas de ellas represaliados de la dictadura franquista que se vieron obligados a participar de forma forzosa en su construcción, lo que en décadas posteriores provocase la aparición de relatos y leyendas urbanas sobre fantasmas en su interior.

Tras terminarse las obras sin concluirse, el túnel se transformó en curioso punto turístico más, hasta que en 1999 un gran desprendimiento lo bloqueó. Debido a este y otros derrumbes posteriores, hoy es posible acceder al interior por cualquiera de los extremos, pero no existe forma de entrar por un lado y salir por otro.

Isla de Pedrosa

Ya con últimas luces del sol, acudimos a por el plato fuerte de este recorrido, la Isla de Pedrosa, en plena Bahía de Santander.

Y es que este lugar tiene todos los elementos para ser el escenario de una película de terror, ya que es una pequeña isla a la que solo se puede acceder por un puente, cubierta por un oscuro bosque y en cuyo interior se encuentra un antiguo sanatorio del s.XIX, del cual investigadores paranormales afirman que está habitado por fantasmas.

En este lazareto se mantenían en cuarentena a las tripulaciones de los buques afectadas por enfermedades tropicales, convirtiéndose con el paso de los años en un sanatorio para enfermedades como la tuberculosis.

La isla cuenta con caminos y senderos para poder ser visitada, aunque si eres de los que se asusta fácilmente no te recomiendo hacerlo con poca luz, ya que te sentirás como en el set de rodaje de una película de terror. El teatro en ruinas es mi sitio favorito de la isla y el lugar que más recomiendo visitar, tanto por lo macabro que resulta como por las fabulosas vistas de la Bahía de Santander que podrás contemplar desde el embarcadero.

Aunque no hemos podido encontrar ningún fantasma ni suceso paranormal durante el recorrido, animamos enérgicamente a conocer estos lugares tan espectaculares de nuestra tierra y a regresar a estas páginas el mes que viene para seguir descubriendo Cantabria.

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